domingo, 28 de septiembre de 2008

Primer fin de semana

Hola a todos de nuevo.

Por fin empiezo a disfrutar de algunos momentos de tranquilidad en mi habitación. Aprovecho para recuperar algunos instantes de este fin de semana.

Ayer comenzaron las Erasmus Integration Weeks in Warsaw. No se bien bien en que consisten, pero ayer nos reunimos muchos erasmus (la mayoría somos españoles, como ya suponía) en el Main Building de la Universidad para encaminarnos hacia el Palac Kultury i Nauki (Palacio de la Cultura y la Ciencia) que es probablemente el monumento más significativo y fascinante de la ciudad. Se trata de una bastada de edificio de 20 plantas que alcanza los 230 metros de altura ubicado en el centro de la city y desde el cual puede divisarse toda la urbe, o lo que la niebla varsovita te permite.



La entrada son 10 PLN. Creo que merece la pena pagarlos.

A continuación estaba planificado llevarnos a comer pierogi (comida tradicional aquí que consiste en servir unas pequeñas empanadillas cocidas rellenas de carne, vegetales, etc. y acompañadas por pequeños trocitos de bacon). A mi la verdad es que no me va nada el pierogi éste. Al final, como éramos una expedición de 50 personas no pudimos entrar en ningún restarurante.

Otras de las actividades que nos han planteado están enfocadas a conocernos más entre nosotros. La mayoría de las cosas que quieren hacer se basan en ingerir grandes cantidades de alcohol...

Anoche Pawel (que es uno de los cabrones que no nos devolvía los e-mails en verano y que no tiene mucha idea de que se lleva entre manos), coordinador de estas jornadas de bienvenida, nos llevó a un garito al sur de la ciudad llamado Klinika o algo así. La entrada era gratuita y el lugar agradable (hasta me pusieron la canción que pedí), pero los de la barra se aprovecharon de que todos éramos españoles para sangrarnos como nunca. Es recomendable acudir a la barra con un colega polaco y pedirle que te saque las bebidas, sobretodo en garitos como éste donde no hay ningún control. Algunos de los españoles hicieron uso de su mentor para sacar priba, dado que las cervezas a las 22h de la noche valen un precio y a las 3h pueden llegar a cobrarte el triple, no se si me entendéis.

El mentor suele ser un alumno de la universidad que te ayuda a integrarte en la ciudad y a solucionar papeleos y demás. Mi mentora contactó conmigo cuando estaba instalado en la residencia, así que no necesito su ayuda de momento, pero espero poder conocerla para ver si puedo sacarle algo. Algunos mentores famosos son: Marchin (mentor de Ramon), Iwona (la mentora de Gorka, un chico de Bilbao) o el mentor de Javi, mi futuro compañero de habitación, que ya le ha presentado a toda su familia.

La noche anterior Ramon y yo quedamos con Joona y su compi mexicano (no recuerdo su nombre) para tomar un tequila en Sezam. Después fuimos al club Hybrydy en el centro. Ese fué el primer contacto con los españoles. El garito no estaba mal; ponían musica facilona y algo de hip-hop polaco comercialillo. Pero vale la pena verlos todos al fin y al cabo.

Nada más chic@s. Os dejo ya, porque redactar las vivencias aquí es más complicado y agotador de lo que pensaba. Nos vemos en el próximo episodio.

Do widzenia!

viernes, 26 de septiembre de 2008

Día 6 - Acoplando

Hola a todos,
creo que me he saltado los primeros cinco días de la aventura varsovita. Se pueden resumir y tratare de hacerlo este fin de semana.
Ahora ya estoy acomodado en la que debería ser mi residencia para todo el curso. Se llama Riviera y está al sur del centro de la ciudad, a escasos metros de la que será mi universidad.
Riviera es un rascacielos azul bastante antiguo que alcanza hasta las 16 plantas y en el que se alojan estudiantes ordenados en habitaciones de dos personas con lavabo compartido o habitaciones de tres personas con lavabo compartido con otra habitación. Yo me alojo en una triple (room 1008b, piso 10, triple (b) -doble (a)- ) y hasta la fecha estoy solo, pero se que compartiré con otros españoles, cosa que no me hace demasiada ilusión, pero bueno... En la habitación de al lado tampoco hay nadie, asi que disfruto de un amplio apartamento para uno.
La mayoría de los estudiantes que he visto en Riviera son polacos que piden alojamiento aquí durante el curso, imagino que porque les sale barato. La noche aquí se paga entorno a los 5€ si los cálculos no me fallan. Las comodidades van a razón de lo pagado.
Aunque tenía entendido antes de llegar que esta residencia era de las mejores de la ciudad las condiciones no son tan agradables como cabía esperar. Las habitaciones no han sido limpiadas desde que las abandonaron los anteriores huéspedes y algunas luces fallan. El mobiliario no está mal, pero siempre se encuentra una puerta que no cierra o un cajón roto. Se recomienda a futuros erasmus traer las sábanas 'de casa', cosa que no he hecho. Tendré que comprarlas aquí probablemente. Lo peor de la residencia ha sido el vacío ( he sido de los primeros) y la suciedad (algo subsanable con algo de trabajo); bueno... esto es Varsovia, ¿no?

En cada habitación hay un pupitre para cada huésped y una roseta de conexión Ethernet para tener acceso a la red. He tenido que comprar un cable UTP y solicitar que me dieran de alta en la base de datos de Riviera (esto lo hace un tipo absolutamente quebrado que habita en la segunda planta... todo un personaje de cuyo nombre no puedo hablaros...).

Hay que hacerse a la idea de que no hay WiFi aquí. Ésta puede encontrarse en hostales (como el Helvetia que fué mi primera residencia aquí en Varsovia) o en alguna cafetería molona.

Poco más de momento. He quedado para cenar algo de fiambre con Ramon, compañero de fatigas desde el primer día (compañero de vuelo también) y que se aloja en la planta cuarta.

Trataré de contar con mayor o menor detalle mis aventuras en Varsovia desde hoy mismo. Creo que esta noche vamos (Ramon y yo) a Sezam a visitar a Joona, un chico finlandés que hemos conocido hoy, y a su compañero mexicano.

Un saludo,
Julián