viernes, 17 de octubre de 2008

Adiós, compañeros, adiós!

Hace cosa de unos días una notícia me consternó sobremanera.
Por sorpresa, Luis, uno de los tres chicos portugueses con los que compartimos lavabo y comedor nos anunció que volvía a Portugal. Nos habló de sus problemas de adaptación y de que no era felíz aquí. Nos dió un abrazo, cogió su maleta y se marchó.

Es curioso, porque la noche anterior, durante la cena internacional le pregunté su nombre... Y al día siguiente se marcharía... Lamento no haberle conocido más durante este breve tiempo.

Aquí dejo una foto de esa noche (ha hice yo mismo) y mi recuerdo para él. Le deseo lo mejor, como ya hice cuando se fué.
Comprendí que con los vecinos no sólo compartimos un espacio vital, sino mucho más. Alegrías, tristezas, vivencias al fin y al cabo... A Luis, apenas le conocía, pero sentí su marcha. Entiendo que no podré compartir todas las historias de este año con él. Y aunque casi era un desconocido para mí, sentía que era un buen tipo. Espero que todo le vaya fenomenal a su regreso a casa.

No hay comentarios: